El Museo Memorial de la Resistencia Dominicana inauguró en la plaza Galería 360 la exposición “La 40”, una historia resumida sobre la tiranía de Rafael Trujillo y las serias violaciones a los derechos humanos que caracterizaron su régimen.
La 40 fue una cárcel secreta usada por la tiranía entre 1957 y 1961 y que se convirtió en el más espantoso centro de torturas. Su nombre se debe a que estaba en la calle 40 del sector de Cristo Rey, que en esa esa época era un apartado y silencioso lugar de la ciudad. Hoy la vía se llama Avenida de los Mártires y donde estuvo la cárcel se encuentra la parroquia San Pablo Apóstol.
A este lugar eran llevadas las personas que se oponían a la tiranía en calidad de secuestradas, al margen de la ley, sin que se le conocieran sometimientos ante la justicia y sin que sus familias supieran sus paraderos. Una vez allí eran sometidas a las más salvajes torturas, cuyos detalles se conocen gracias a los testimonios de cientos de personas que pasaron este recinto y sobrevivieron, y a las fotografías que el mismo régimen hizo tomar.
Dos de los fotógrafos obligados a hacer imágenes mientras los prisioneros eran torturados en una silla eléctrica, los hermanos Fuentes Berg, decidieron de manera heroica, remitir secretamente los negativos al extranjero, a fin de denunciar los crímenes que cometía el régimen. Lo lograron, pero fueron apresados y asesinados en La 40.
Por esta cárcel pasaron decenas de expedicionarios de junio de 1959, cientos de miembros del Movimiento Clandestino 14 de junio, incluyendo sus más altos dirigentes, encabezados por Manolo Tavárez Justo, y 29 jóvenes de Santiago conocidos como Los Panfleteros, asesinados y desparecidos la noche del 29 de enero de 1960, entre otras víctimas de la dictadura.
En ocasión de la gesta del 30 de mayo de 1961, que culminó con el ajusticiamiento del dictador Trujillo, familias enteras fueron llevadas a La 40, incluyendo mujeres y niños, donde recibieron torturas sin contemplaciones.
La 40 funcionó hasta que llegó al país una comisión de la Organización de los Estados Americanos a comprobar si existían violaciones a los derechos humanos en el territorio, con el fin de evaluar el cese de las sanciones mientras el país era dirigido por Joaquín Balaguer y el poder militar estaba en manos de Ramfis Trujillo. Fue cerrada y destruida, con la intención de que no quedara huella alguna de los atropellos cometidos secretamente entre sus paredes.
Un tiempo después, el sacerdote Eulalio Antonio Arias Inoa, quien había sido prisionero y torturado en La 40, propuso que allí se levantara un templo católico.
Esta exposición marca la apertura formal del programa “El Museo se Mueve”, que es sacar todas nuestras exposiciones temporales a nuestros espacios. Queremos agradecer profundamente a Galería 360 por acogernos, por sumarse al trabajo de educar en derechos, aportar herramientas para las nuevas generaciones para que sean ciudadanos informados y puedan ejercer una ciudadanía responsables a través del conocimiento, que solo nos sirve para construir en el presente un mejor futuro, dijo Luisa De Peña Díaz al pronunciar las palabras centrales del acto, al que asistieron, además, la señora Rosa García, en representación de la plaza comercial, el doctor José Joaquín Puello, así como la presidenta de la fundación Museo Memorial, Noris González y otros miembros y relacionados a la institución.
El Museo Memorial de la Resistencia Dominicana dedica esta exposición a este tema, a fin de que se conozcan detalles de las violaciones cometidas por la tiranía de Trujillo, que luego de su ajusticiamiento se intentaron ocultar. La exposición inaugurada permanecerá durante dos meses a disposición de los visitantes de Galería 360 en el pasillo sur de la plaza comercial.