Mauricio Báez, el líder sindical dominicano más importante del siglo XX

El Movimiento Sindical Obrero
febrero 21, 2017
Juventud Revolucionaria – Juventud Democrática (J.D.).
febrero 21, 2017

Mauricio Báez fue el más importante y popular dirigente sindical dominicano del siglo XX. Nació en un batey de un campo cañero, en San Pedro de Macorís, hijo de un cortador de caña del ingeniero Angelina. No se conoce la fecha de su nacimiento ni el lugar exacto.

Vivió su niñez y juventud en bateyes y en los barrios de la población de San Pedro de Macorís, donde laboró desde joven en los muelles como obrero estibador. En esta ocupación inició sus actividades con el movimiento gremial y sindical, participando muy ardientemente en la organización de las primeras huelgas de trabajadores cañeros que se desarrollaron en 1942. En esas tareas alcanzó gran popularidad y liderazgo.

Fue fundador y director del periódico sindical “El Confederado”, órgano informativo que creó poco después de asumir la Secretaria General de la Federación de Trabajadores de la Industria Azucarera de San Pedro de Macorís.

En 1946, junto a Justino José del Orbe, dirigió un poderoso movimiento huelguístico de los trabajadores de los ingenios de su provincia, que se extendió a La Romana y a los ingenios de la zona norte del país, en la provincia de Puerto Plata, en demanda de aumentos salariales, reducción de la jornada de trabajo a solo 8 horas y seguridad social para los obreros cañeros.

Esa huelga paralizó los ingenios de la zona Este durante casi dos semanas y alcanzó la solidaridad de los pobladores de las ciudades de San Pedro de Macorís y La Romana, y a pesar de que la dictadura de Trujillo militarizó los ingenios y organizó una gran represión que condujo a la cárcel a decenas de sindicalistas, el movimiento logró parte de sus objetivos, pues el gobierno se vio obligado a nombrar una comisión para establecer un dialogo entre los trabajadores y los dueños de los ingenios, que logró algunos aumentos salariales.

Pero inmediatamente terminó la huelga la dictadura ordenó la persecución para fines de apresamiento de Báez, del Orbe y otros sindicalistas, hecho que condujo a estos dos dirigentes al asilamiento en la Embajada de México, hacia donde partieron a finales de febrero de 1946.

De México Mauricio Báez y Justino José del Orbe viajaron a Cuba, donde permanecieron por algún tiempo, donde se vinculó en calidad de miembro al Partido Socialista Popular, agrupación marxista que recién surgía y que aglutinaba a los comunistas dominicanos.

Báez regresó a su patria en julio de ese último año. En agosto su nombre apareció en el periódico "La Nación" de la capital dominicana, encabezando un manifiesto del PSP en el que se anunció el inicio de las actividades legales de ese partido.

El 24 de septiembre de 1946, el líder sindical participó como vocal en el Congreso Nacional Obrero organizado por la Confederación Dominicana de Trabajadores. Al concluir los trabajos fue elegido miembro del Comité Ejecutivo de la Confederación Dominicana de Trabajadores.

Mauricio intentó reorganizar el movimiento sindical en el país, hasta que en junio de 1947 Trujillo declaró ilegal el comunismo en la República Dominicana y el apresamiento de decenas de dirigentes y militantes del PSP y de la Juventud Democrática, hecho que le obligó otra vez al asilamiento, saliendo nuevamente al exilio desvinculado ya del PSP, pero manteniendo una actitud de oposición al régimen de Trujillo y conservando su condición de sindicalista. Se radicó nuevamente en La Habana, Cuba, donde fue asesinado en 1950, por terroristas pagados por el régimen de Trujillo.

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