El 30 de mayo de 1961 fue ajusticiado Trujillo, pero la dictadura no cayó. Hizo falta que el pueblo se levantara con firmeza para que los Trujillo salieran del país, cosa que se logró muchos meses después.
Tirso Mejía Ricart fue uno de los dominicanos que se pronunciaron sobre ese anhelo de libertad. En su memoria, publicamos un manifiesto escrito por él y publicado en agosto de 1961 en el periódico de Unión Cívica Nacional.