Primeras elecciones democráticas

Las elecciones efectuadas en diciembre 20 de 1962 fueron los primeros comicios democráticos que conoció el pueblo dominicano después de 31 años de dictadura y la nación asistió a este evento novedoso con alegría y expresiones de satisfacción. El acto de la votación se efectuó sin el más mínimo asomo de dificultades y con la asistencia masiva de hombres y mujeres con derecho al voto.

En ese trascendental evento resultó ganador el profesor Juan Bosch, candidato del Partido Revolucionario Dominicano, organización política fundada en el exilio en 1939 que apenas tenía un año y cinco meses de su arribo al país. El otro candidato importante que participó en esas elecciones lo fue el Dr. Viriato Fiallo, en representación de la Unión Cívica Nacional, un agrupamiento recién surgido que aglutino a la clase media y a representantes de la oligarquía. Fiallo era un destacado médico antitrujillista quien junto a sus hermanos –Giberto y José Antinoe- había mantenido una conducta vertical contra la dictadura de Trujillo y por ello fue enviado a la cárcel en varias oportunidades; un hombre de gran prestigio.

Durante la campaña ambos candidatos utilizaron discursos diferentes. Mientras el Dr. Fiallo puso acento en la “destrujillización” de las Fuerzas Armadas y el castigo contra los autores de crímenes durante la dictadura, y apenas se refería a la situación de penurias en que vivía el pueblo, el profesor Bosch, en cambio, hablaba de “matar el miedo”, y énfasis en la necesidad de la reconciliación ofreciendo también encauzar su gobierno por el camino de las transformaciones sociales que beneficiaran a los pobres, a los “hijos de machepa” como les llamaba.

En ese orden, además, mientras el Dr. Fiallo se dirigía al pueblo en la campaña con un lenguaje envuelto en la retorica tradicional, Bosch se expresaba con frases comprensibles para todos, utilizando a su vez expresiones de amplio uso popular, e incluso, imágenes del lenguaje coloquial del campesinado dominicano, que en ese momento representaba más del 70% de la población del país.

Por esos factores, a pesar de que un sector importante de la Iglesia Católica y los grupos económicos poderosos abiertamente se opusieron a Bosch, a quien se llegó a acusar de “comunista”, el candidato del PRD ganó de forma abrumadora las elecciones con un 60% de los votos emitidos. El Dr. Fiallo en cambio apenas logró un 30%.

Ese triunfo le permitió obtener al PRD la mayoría en el Congreso de la República: 49 diputados y 22 senadores. La Unión Cívica apenas consiguió 4 senadores y 20 diputados.

En esos comicios participaron también otros partidos: El Partido Social Cristiano, que llevó como candidato, al Dr. Alfonso Moreno Martínez y el Partido Nacionalista Revolucionario, al general Ramírez Alcantara. El primero logró un senador y dos diputados por San Juan de la Maguana y el segundo, solo un diputado por la provincia de La Vega.

La Agrupación Política 14 de junio no participó en dichas elecciones, pero la gran mayoría de sus miembros, según admitieron sus dirigentes después, votaron a favor de Bosch.

El profesor Bosch se juramento como Presidente Constitucional de la República, el 27 de febrero de 1963, en un sencillo acto que rompió las normas protocolares tradicionales, efectuado frente al Palacio del Congreso de la República, al cual asistieron los Presidentes Rómulo Betancourt, de Venezuela; Ramón Villeda Morales, de Honduras, y Francisco Orlich, de Costa Rica. Además, Lyndon B. Johnson, Vicepresidente de Estados Unidos, Luis Muñoz Marin, Gobernador de Puerto Rico y el Presidente de Costa Rica, José Figueres.

El discurso de juramentación estuvo dirigido a la conciliación y a levantar la fe del pueblo en el sistema democrático. En esa oportunidad el escritor y político expreso:

“No deseamos el poder para gobernar con amigos contra enemigos, sino para gobernar con dominicanos para el bien de los dominicano… No espere nadie el uso del odio mientras estemos gobernando. Nosotros estamos aquí con la decisión de trabajar, dispuestos a crear, no a destruir; a defender y a amparar, no a perseguir… Mientras nosotros gobernemos en la República Dominicana no perecerá la libertad”.