Nuestra institución rindió un homenaje póstumo al fallecido expresidente de la República Juan Bosch por su lucha en contra de la tiranía y por la instauración de la democracia luego del ajusticiamiento del dictador Rafael Leonidas Trujillo el 30 de mayo de 1961.
Durante un acto realizado en el lobby del Museo familiares y relacionados destacaron las cualidades del destacado político y personaje de la resistencia.
Al leer su biografía, la directora-fundadora de la institución, Luisa De Peña Díaz, dijo que con la pieza del mes se busca reconocer la labor de las personas que lucharon por una República Dominicana libre y mantenerla viva en la mente de los ciudadanos.
“Buscamos lograr que sus acciones del pasado se trasladen al presente y que los estudiantes sepan quiénes fueron esos personajes”, dijo De Peña Díaz, al indicar que unos 400 estudiantes diarios que visitan el museo tienen la oportunidad de conocer quién fue Juan Bosch y su participación en los aprestos para derrocar el régimen.
Bosch fue el primer presidente elegido por el voto popular después de la caída del tirano en diciembre de 1962, asumiendo la presidencia de la República el 27 de febrero de 1963.
Autor de varios libros, y Premio Nacional de Literatura, Bosch dedicó su vida a la política y a la literatura, siendo además, crítico de arte y ensayista.
Fue quien organizó la expedición armada de “Cayo Confites, la cual no pudo llegar al país porque fue objeto de un sabotaje.
Al intervenir en el acto, en nombre de la familia y la Fundación Juan Bosch, su nieto, Matías Bosch, valoró el trabajo que realiza el museo en el rescate de la memoria del país, con lo que entiende se le hace un gran aporte a la nación.
“Nosotros esperábamos esta oportunidad y qué bueno que don Juan pueda estar aquí. Nuestra familia es una familia marcada por la tiranía. Vivimos destierros, separaciones dolorosísimas, que causó muchos sufrimientos en niños, jóvenes, persecución, acoso, presión”, exclamó.
Dijo que solo el que conoce lo que fue ese oscuro período puede tener una idea de lo que le pasaba a quien osara discrepar del régimen. Recordó que su padre se convirtió en la voz de lo que pasaba en República Dominicana con la dictadura.
Explicó que a su abuelo le tocó vivir ese sufrimiento de forma más marcada debido a que era un líder internacional, que se encargaba de denunciar fuera del país todo lo que ocurría en durante la dictadura.
“Estamos muy contentos de que don Juan este aquí, es un lugar natural donde él debe hacer presencia y que pueda estar entre compañeros y compañeras de lucha. La gran mayoría de los dirigentes disintieron muchas veces, hubo discrepancias, desacuerdos y polémicas pero en el fondo compartieron una ética común y era que este país fuera libre y eso hay que destacarlo, esa memoria de los hombres y mujeres que lucharon para que hoy fuéramos libre”, rememoró.
Entiende que su abuelo fue un proyecto histórico “y al leer su biografía vemos una ética de vida de un hombre, una lucha que se comprometió con la lucha de su pueblo y del mundo. Eso es lo relevante, que cuando uno enseñe esto debe resaltar una trayectoria de vida, unos sacrificios y unos compromisos y en eso se conecta con las piezas que hay en exhibición”.
Durante un mes los cientos de estudiantes que visitan las instalaciones de la institución tendrán la oportunidad de ver los últimos lentes que utilizó el destacado escritor y político, así como una carta que le dirigió a la directora del Museo de Historia de ese entonces, en relación a una conferencia que dictó allí, y en la que le daba a conocer su agradecimiento por invitarle a dictar una conferencia sobre Trujillo en el lugar, a la vez que rechazaba un cheque donde le pagaban por dictar la conferencia.
“Yo fui ahí porque ese era un tema importante para la historia nacional, yo no fui ahí para cobrar”, dice parte de la carta.