La educación militar de la dictadura y los orígenes del CEFA

Durante la primera década de su dictadura Trujillo prestó escasa atención a la educación militar. Los nuevos ingresados al ejército apenas recibían instrucciones elementales en una escuela de entrenamiento situada en Haina, inaugurada en 1918 durante la ocupación militar norteamericana y las enseñanzas se reducían a prácticas de tiro, manejo de diferentes armas y al adiestramiento físico con énfasis en la disciplina.

La educación en el ejército se inició en 1943 con la creación de la Escuela de Cadetes del Centro de Enseñanza “General Trujillo”, que inició sus labore con 50 aspirantes. En 1944 el Centro de Enseñanza fue trasladado a la Fortaleza Ozama y en la Escuela de Cadetes se concedía el Certificado de Bachiller en Ciencias Militares. Casi al mismo tiempo (1943) la Marina de Guerra abrió su Escuela de Cadetes y en 1946 se creó la Escuela de Aviación.

A partir de ese último año debido a las amenazas revolucionarias del exilio dominicano iniciadas con las fallidas expediciones de Cayo Confites (1947) y Luperón (1949) Trujillo amplió en forma descomunal las filas de su ejército, que pasó de 12 hombres en 1947 a 24,00 en 1950 y lo obligó a la compra de nuevos armamentos y tanques, barcos y aviones de guerra, proceso que culminó con la instalación de una fábrica de armas.

A partir de la década de los años cincuenta, gracias a las alianzas que estableció primero con el general Francisco Franco, de España y con el dictador venezolano, Pérez Jimenes, las escuelas de cadetes de la aviación y la marina se fortalecieron con asesores de ambas dictaduras. La Escuela de Cadetes de la Aviación recibió algunos instructores españoles y varios cadetes dominicanos recibieron entrenamiento en Venezuela y España e intelectuales dominicanos destacados, como Emilio Rodríguez Demorizi, fueron incluidos en su cuerpo docente.

En junio de 1952 el dictador designó a su hijo Ramfis, quien ocupaba la posición de supervisor, como Jefe de Estado Mayor de la Aviación. Ya para esa época ese cuerpo era el más poderoso del Caribe, pues contaba con 90 aviones, la mayor parte de combate y tres fortalezas, B-17 y B-25. En 1955 los aviones sumarían más de doscientos.

La llegada del hijo de Trujillo a la jefatura de Estado Mayor facilitó el crecimiento descomunal de ese cuerpo, donde fue creado en 1956, la Academia Militar Batalla de Las Carreras, originando allí rápidamente una concentración de fuerzas militares de todo género, incluyendo la ampliación de la infantería y la casi total artillería del ejército, hecho que convirtió a la Aviación, no solo en el principal brazo armado de la dictadura, sino también en una rama privilegiada diferenciada de las demás, hasta por el nivel salarial de sus miembros.

En 1958 fue creada en la Base Militar de San Isidro, sede de la Jefatura de Estado Mayor de la Aviación, el Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas, mejor conocido por CEFA, que además de ser un centro educativo, fue convertido a partir de la crisis creada con la expedición patriótica del 14 de junio de 1959, al decir de diferentes informes norteamericanos, en una unidad elite, que poseía más de 2,000 soldados de infantería y era superior en equipos y conocimientos militares al ejército. En la jefatura del CEFA fue designado el coronel León Estevez, yerno de Trujillo, esposo de su hija predilecta Angelita.

En 1959, cuando fueron conducidos a San Isidro los héroes del 14 de junio, una buena parte del cuerpo de oficiales del CEFA y de sus jóvenes cadetes fue obligada (algunos se prestaron voluntariamente) a participar de las horribles torturas que padecieron esos héroes y también en los fusilamientos.

Después de la muerte de Trujillo y la huida de sus familiares, durante el Consejo de Estado (enero 1962- febrero 1963) fue designado como Director del CEFA, el coronel Wessin y Wessin, unidad que por su gran poderío bélico disfrutaba de notable influencia en las Fuerzas Armadas. Desde esa posición clave, Wessin y Wessin estrechó vínculos con varios dirigentes políticos miembros del grupo derechista Unión Cívica Nacional, organización que perdió las elecciones efectuadas en 1962, donde salió elegido Presidente de la República, el profesor Juan Bosch, máximo líder del PRD.

Por ese motivo, tan pronto la Unión Cívica Nacional y los demás sectores políticos anticomunistas iniciaron la conspiración contra el régimen democrático de Juan Bosch, el CEFA y la base Aérea de San Isidro se convirtieron en la madriguera de los militares golpistas, donde incluso un sacerdote católico, Marcial Silva, capellán del recinto, arengaba semanalmente a los soldados contra el orden constitucional y el gobierno del profesor Bosch, a quien acusaba de comunista.

Y en ese mismo orden, cuando el 24 de abril de 1965 estalló la revuelta cívico- militar que derribó el régimen golpista de Reid Cabral, del seno del CEFA con el general Wessin y Wessin a la cabeza, y de la base aérea de San Isidro, salieron los primeros grupos militares opuestos al retorno al orden constitucional. Los altos oficiales de San Isidro, asesorados por los agregados militares de Estados Unidos eran partidarios de la conformación de una Junta Militar. Ese grupo de oficiales confiados en su superioridad bélica, es decir, en sus tanques y aviones, y la infantería del CEFA, después de la formación de la Junta Militar que encabezó el coronel Benoit, intentaron penetrar a la ciudad de Santo Domingo, resultando derrotados por las fuerzas constitucionalistas del coronel Caamaño en la famosa batalla del puente Duarte que fue librada el 27 de abril. En esa heroica acción, víctima de los bombardeos de los aviones de la Fuerza Aérea y de las metrallas de tanque y tanquetas, murieron decenas de constitucionalistas, pero también muchas personas inocentes.

Esa derrota aplastante originó un pánico terrible entre los generales y coroneles de San Isidro y condujo a Estado Unidos a ordenar la 2da. Intervención Militar en nuestro país, bajo la excusa de que sus soldados (42,000 en total) venían a salvar vidas de ciudadanos norteamericanos.