Nuestra institución rindió un homenaje póstumo a Luis Arístides García-Mella García, quien además de académica y militante por la libertad fue una mujer de mucha fe
Durante un mes en el lobby del Museo se exhibirán varias piezas que pertenecieron a Josefina. “Corbata perteneciente a Arístides García. Junto a la corbata, su "Anillo matrimonial.”.
El homenaje forma parte del programa La Pieza del Mes, que desarrolla la institución para reconocer a personajes de la resistencia por su lucha y entrega a favor de los derechos humanos y las causas sociales.
Luis Arístides García-Mella García (Tidito) nació en Santo Domingo el 8 de diciembre de 1908, hijo del matrimonio formado por el destacado profesor Arístides García Mella y María García De la Concha.
Tuvo tres hermanos: Margarita, José Eduardo y Celeste Aurora. Esta última contrajo matrimonio con el general Ramón Vásquez Rivera, militar que formó parte en 1933 de una conspiración para derrocar y enjuiciar a Rafael Trujillo, a la que se sumó Luis Arístides como correo entre los conjurados militares y el grupo civil involucrado en el plan. Develado el complot, Luis Arístides fue apresado y enviado a la carcel de Nigua, un centro de torturas y trabajos forzados que usaba la tiranía para confinar a los presos políticos. El general Ramón Vásquez Rivera fue dado de baja y nombrado cónsul en Burdeos, Francia, desde donde regresó para seguir conspirando. Fue encarcelado y envenenado en enero de 1940 en la celda número 6 de la torre del Homenaje (hoy Fortaleza Ozama). También fueron asesinados sus hermanos, los tenientes José y Ángel y Carmelo Vásquez Rivera. Ninguno de sus restos fueron entregados a sus parientes.
Luis Arístides fue puesto en libertad, pero quedó marcado como opositor, y eso, en aquella época, significaba vivir sometido a un hostigamiento permanente. Su familia se vió en una situación extremadamente difícil para poder subsistir.
Fue apresado de nuevo, hasta que recibió un indulto en un momento en que Trujillo quería atraer la juventud, sin embargo, le negaron la entrada a la Universidad para continuar sus estudios.
A partir de ese momento le permitieron visitas una vez a la semana, sin embargo, dos días después del ajusticiamiento del tirano en mayo del 1961, fue asesinado y su cuerpo lanzado al mar por los esbirros.
En los inicios de los años 40 Trujillo lo nombró al frente de la sindicatura de San Cristóbal. Lo que parecía una distinción era en realidad un regalo envenenado, pues Trujillo prohibió en el municipio que cualquier persona le alquilara un lugar donde vivir, y fue así como tuvo que alojarse en una pensión carente de higiene y llena de alimañas, junto a su esposa, Dulce Esperanza Castillo Báez, con quien procreó dos hijos: Nelson y Cecilia Margarita.
Un hermano de su esposa, Rafael Castillo, vivía justo al lado de Antonio Imbert Barreras, con quien entabló amistad y confianza, al punto de verse involucrado en el complot para derrocar la dictadura como parte del grupo que iba tomar acción en la eliminación física del tirano.
En esas actividades clandestinas conoció a Salvador Estrella Sadhalá, quien le entregó un revólver 38 Smith & Wesson, cosa absolutamente prohibida y muy peligrosa en aquellos días, en que el espionaje era cosa común, y los opositores y sus familias pagaban con su vida.
A raíz del ajusticiamiento, el 30 de mayo de 1961, el régimen desató una persecución implacable contra todos sus opositores. Por una serie de hechos fortuitos, Luis Arístides se vio a salvo de la embestida sangrienta de Ramfis Trujillo, hasta que por fin, cinco meses después, cayó la dictadura.
Luis Arístides falleció en Santo Domingo el 17 de mayo de 1998 y es recordado por su su apego a la libertad y la justicia, así como por su jovialidad y sus incursiones en la música, pues tocaba varios instrumentos, y junto a a su esposa, que también cantaba, hacía unos dúos inolvidables para sus familiares y amistades.