El gobierno golpista impuesto después del derrocamiento de Bosch, es calificado por todos los analistas políticos nacionales y extranjeros, como uno de los más corruptos entre todos los que ha padecido la República Dominicana. En principio este régimen estuvo integrado por tres miembros y el pueblo le llamó: El Triunvirato. Fue presidido en principio por don Emilio de los Santos, quien renunció en diciembre de 1963 después del asesinato en La Manaclas, del Dr. Tavárez Justo. A partir de ahí lo presidió el Dr. Donald Reid Cabral.
Durante el mandato de Reid Cabral la corrupción llegó a niveles jamás registrados y particularmente el contrabando, dirigido por altos oficiales de las Fuerzas Armadas alcanzó tal magnitud que condujo a las protestas públicas de los propios grandes comerciantes e industriales que habían apoyado a esos mismos militares en su acción golpista contra el régimen democrático de Bosch.
Esa protesta de los industriales y comerciantes contra el contrabando recibió de los militares contrabandistas una respuesta inaudita y descarada: El jefe de la fuerza encargada del mantenimiento del orden público, general Belisario Peguero, fundó poco después una empresa comercial que llevó por nombre: “Policía Nacional CxA” para dedicarse a todo género de “lícito comercio”. A partir de ahí el contrabando se multiplicó.
Tal degeneración de los cuerpos castrenses condujo a un grupo de militares jóvenes, cuyo iniciador lo fue el coronel Rafael Fernández Domínguez, con 30 años de edad, a la creación de un movimiento al que designó con el nombre de “Enriquillo”, dirigido al rescate de los principios de moralidad y disciplina de los institutos armados y el retorno al ordenamiento constitucional y al poder del Profesor Juan Bosch.