Juventud Revolucionaria – Juventud Democrática (J.D.).

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Poco después de la fundación en 1944 del Partido Democrático Revolucionario Dominicano (PDRD) de su propio seno surgió la idea de la necesidad de la creación de una organización juvenil opositora a la dictadura de Trujillo.

Los pasos iníciales para la fundación de esta agrupación que en principio se llamó Juventud Revolucionaria, se dieron en la segunda mitad del año 1944 contando con los auspicios de Pericles Franco, Francisco Henríquez Vásquez, el Lic. Heriberto Núñez, y Ramón Grullón, quienes recomendaron que se designase a Manuel Mena Blonda, como responsable. La idea de crear una organización juvenil antitrujillista de amplia base democrática cayó en terreno fértil, pues en poco tiempo la entidad que pasó a llamarse al año siguiente como Juventud Democrática, superó en número de miembros y en activismo político a su entidad matriz, el PDRD.

La nueva organización juvenil antitrujillista estuvo conformada en los días de sus inicios en su dirección por Manuel Mena Blonda, Félix Serbio Ducoudray, Diego Bordas, Carlos Pumarol y más tarde se agregaron, Salvador Reyes (Niño), Rafael Peña González, José Antonio Martínez Bonilla y Josefina Padilla Dechamps.

En pocos meses esa agrupación política juvenil, que luego pasó a llamarse como Juventud Democrática, logró establecerse en las principales ciudades del país, siendo particularmente fuerte en Santiago, La Vega, San Francisco de Macorís y San Pedro de Macorís.

El rápido crecimiento de la Juventud Democrática, sobre todo en el ámbito universitario condujo a la dictadura a prestarle la mayor atención, estableciendo contra sus afiliados una actitud de riguroso espionaje permanente de todas sus actividades.

Formaron parte de la Juventud Democrática en Santiago: Gustavo y José Arismendi Patiño, Rafael Moore Garrido, Gilda Pérez, Manuel González Franco, Juan Cruz Segarra, Poncio Pou Saleta, Amiro Cordero Saleta, Federico Pichardo; en San Pedro de Macorís: Félix Barbosa, Juan Canto Rosario, José Antonio Puello, Georgilio Mella Chaviez, Santiago Pereira y Aquiles Guerrero, Antonio (Toñito) Martínez, José Ma. Cruz, José Reyes Cerda y Víctor Villegas. En San Francisco de Macorís, sus principales activistas fueron los hermanos Alfonso y Pilía Moreno Martínez.

Cabe destacar la importante participación de la juventud femenina en las actividades antitrujillistas desarrolladas por la Juventud Democrática, donde sobresalieron por su extraordinario valor y su gran capacidad en el trabajo organizativo, la poeta Carmen Natalia Martínez Bonilla, María (Maricusa) Ornes Coiscou, las hermanas Ligia y Dinorah Echavarría, Gilda Pérez, Brunilda Soñe Pérez y otras.

Merece ser destacado la importante contribución que efectuó la familia Martínez Bonilla a las actividades de la Juventud Democrática, en cuyo hogar, situado en la calle Arz. Noel, #33, fue instalada la sede de dicha agrupación antitrujillista y a la que se integraron todos sus miembros, incluyendo al padre, don Andrés Martínez Aybar y los hermanos de Carmen Natalia, José Antonio, José Rolando, Carmen Julia y Andres Martínez Bonilla.

Desde su fundación las actividades de la Juventud Democrática fueron clandestinas, pero a mediados de 1946 cuando por las presiones internacionales y la coyuntura política democrática que se abrió en todo el mundo a favor de la democracia con la derrota del fascismo en la 2da. Guerra Mundial, permitiendo entonces el dictador por breve tiempo actividades opositoras, esta entidad juvenil pasó a realizar actividades públicas contra el gobierno, entre otras: la distribución en las calles de su órgano informativo, reuniones abiertas en la Universidad de Santo Domingo, la distribución de propaganda antitrujillista y la organización de varias manifestaciones públicas.

Otros miembros importantes de la Juventud Democrática lo fueron: Germán Emilio Ornes Coiscou, Virgilio Díaz Grullón, los hermanos Frank y Cecilio Grullón, Luis Iriarte, Bienvenido Fuente Duarte, Manuel Lorenzo Carrasco, Carlos Lizardo, Rafael (Cocuyo) Mieses y Mario Sánchez Cordova.

La “apertura” política de la dictadura duró poco tiempo pues temeroso el gobierno del auge que fue tomando en el seno del pueblo el mensaje libertario de la Juventud Democrática y el Partido Socialista Popular, sobre todo a partir de la concentración que efectuaron ambas organizaciones en el Parque Colón de Santo Domingo el 26 de octubre de 1946, la cual fue atacada con violencia por esbirros trujillistas. Trujillo decidió cerrar ese capítulo.

En consecuencia, tras acusar a todos los miembros de la Juventud Democrática de ser “comunistas” y la promulgación de una ley que prohibía la difusión de esa doctrina, a finales de ese año de 1946 se inició la persecución y apresamiento de sus principales dirigentes y los del Partido Socialista Popular. Casi todos los dirigentes de la Juventud Democrática fueron encarcelados y otros buscaron asilo político en varias embajadas. El retorno de Trujillo a la aplicación de la represión y la muerte de sus principales opositores, coincidió con los inicios de la política de la “Guerra Fría”, iniciada por Estados Unidos e Inglaterra en 1947.

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